¿Duermes lo suficiente? La verdad sobre la diferencia de sueño entre hombres y mujeres

De la verdad a la práctica: La carga cognitiva y el costo biológico

La necesidad de dormir más en las mujeres está directamente relacionada con la carga cognitiva que manejan. Estudios sugieren que el cerebro femenino tiende a ser más 'plástico' y realiza una mayor multitarea cognitiva durante el día, lo que requiere un mayor tiempo de sueño profundo (fase NREM3) para su recuperación. Además, los cambios hormonales a lo largo del ciclo menstrual, el embarazo y la menopausia, actúan como disruptores del sueño que requieren un tiempo de recuperación adicional.

El hombre, por otro lado, aunque tiene sus propios desafíos (como la mayor predisposición a la apnea del sueño), tiene un sistema hormonal más estable, lo que generalmente se traduce en una necesidad basal de sueño ligeramente menor.

1. El impacto de la fluctuación hormonal en el descanso

  • Mujeres: Los ciclos de estrógeno y progesterona afectan la temperatura corporal y la respiración, haciendo que el sueño sea más vulnerable a interrupciones. Durante la fase premenstrual, por ejemplo, el aumento de la temperatura corporal dificulta el inicio del sueño.

  • Hombres: Aunque su sueño es más estable, sus niveles de testosterona influyen en los ciclos REM y en la reparación muscular, haciendo que el sueño de calidad sea vital para la recuperación física.

2. Carga cognitiva: La razón de los 20 minutos extra

  • Investigadores en la ciencia del sueño han sugerido que las mujeres pueden necesitar unos 20 minutos más de sueño que los hombres, debido a la mayor complejidad de la actividad cerebral diurna.

  • El costo de no dormir: En las mujeres, la falta de sueño se relaciona más con la irritabilidad, la ira y la depresión, mientras que en los hombres se asocia más con problemas físicos o apneas.

3. Estrategias de adaptación para ambos géneros

  • Mujeres: Priorizar la consistencia horaria y la regulación de la temperatura (el cuerpo femenino es más sensible a los cambios). Un ritual de desconexión profundo es clave para mitigar la alta carga cognitiva.

  • Hombres: Monitorear el riesgo de apnea del sueño. Priorizar el sueño de calidad para la reparación muscular después del entrenamiento (fase NREM3).

Tu siguiente paso: El conocimiento es el primer paso

Ahora que conoces la verdad, es momento de ponerla en práctica. Entender que el sueño no es igual para todos y que sus necesidades varían según el género te da el poder de tomar decisiones informadas sobre tu descanso. Para un descanso que realmente te repare, necesitas un enfoque que aborde la respiración y la recuperación interna.

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